sábado, 16 de agosto de 2014

Escribir es la clave... supongo.

Yo no soy esa persona que sale los fines de semana con sus amigos a beber, bailar, charlar, pasarlo bien en compañía. 
Yo no soy de esas personas que se levantan ya con algo en mente sobre lo que harán ese día, de esas personas que a pesar de tener sueño se levantan con una sonrisa. 
Yo no soy de esas personas que si les falla alguien pueden recurrir a otra persona y contarle sus problemas como algo normal. 
No soy de las personas que tienen a alguien a quien contarle absolutamente TODO... ya no. 
No me levanto con ánimo ninguna mañana, no tengo esperanza en mi vida, no tengo ambiciones, ilusiones, sueños, aspiraciones en la vida, objetivos, metas, no tengo a un grupo de amigos con los que salir o a los que recurrir cuando esté de puta pena. 
Sólo he tenido a gente que me ha fallado y los únicos que me ayudan están demasiado lejos de mí. 
No soy ese hijo del que sus padres se enorgullecen, más bien lo contrario. 
Mis notas no son las mejores del mundo, mi familia mucho menos, y yo, bueno, yo... soy un caso perdido, digan lo que digan, me hablen lo que me hablen o me intenten convencer de algo que sé que es cierto. 
La verdad es que la soledad es algo a lo que creía haberme acostumbrado, algo ya normal en mi vida pero a veces me siento tan solo que me consumo por dentro, duele demasiado, me cansa, me agota física y mentalmente y yo ya no puedo más. 
Sólo me queda escribir, porque otra cosa no se puede hacer. 
Escribir y desahogarme. 
Escribir y que me lean personas que se identifiquen y me hagan sentir que no soy la única persona que pasa por esto. 
Ya sé que hay miles de personas en peor situación y que siempre podría ser peor, pero yo no miro a los demás, solo a mi vida. 
Que me he cansado de sentirme así y no sé qué es lo que tengo que hacer para quitar y destruir esta sensación que corroe mi cuerpo entero. 
Que ya no puedo más. 

Me he vuelto a perder.

He perdido la cuenta de las veces que te he escrito, 
de las veces que me he desnudado emocionalmente a ti, 
de las veces que he intentado explicar cómo me siento, 
de las veces que te he necesitado y no te he escrito por no querer molestar. 

He perdido la cuenta de las veces que he borrado todos esos mensajes que han quedado en el olvido, 
o en lo más profundo de algún pequeño rincón de mi mente. 
Esos mensajes que nunca me atreví a enviar, palabras llenas de sentimientos que no quise mostrar, 
notas en la memoria de mi teléfono móvil que borré y no quiero recuperar. 

He perdido la cuenta de los días que han pasado desde que 'nosotros' pasamos a ser 'tú' y por otro lado 'yo', 
y, 
también... he perdido la noción del tiempo. 

No sé en qué día vivo y no me hace falta alguna mirar el reloj, 
sólo pienso que es tiempo perdido, 
el tiempo pasa y yo sigo aquí, 
viviendo en el pasado. 
Ese pasado que me atormenta, 
ese pasado que no me deja vivir, 
no me deja dormir, 
me llena de ansia, 
de rencor, 
de furia, 
de decepción, 
de tristeza y melancolía, 
tantos sentimientos a la vez que hacen que a veces piense que me siento vacío; 
y es que la sensación de vacío puede que sea esa, 
demasiados sentimientos por asimilar, sentimientos contradictorios, 
sentimientos que no puedes controlar y que te aíslan cada vez más hacia tus adentros. 
Que el tiempo tal y como dicen es oro,
yo lo estoy desaprovechando de una manera increíble y simplemente me siento a observar cómo pasa la vida, 
cómo cambian las personas de mi alrededor,
cómo los demás siguen adelante,
y cómo yo sigo aquí estancado en este agujero frío y oscuro que no me deja ver la puta luz del día,
sólo eso, oscuridad. 

No sé. 

Simplemente he perdido la cuenta, 
y no sólo eso... 
podría decir que casi lo he perdido todo y apenas me retienen cosas por las que dejar de luchar y dejar de mantenerme en pie, 
o tener paciencia y esperanza, 
tener algo de esa fe de la que todos hablan. 

Me he vuelto a perder. 

martes, 5 de agosto de 2014

¿Libertad? Y una mierda.

Ojalá tuviera lo que se dice una completa y total libertad. 
Poder hacer lo que sea y cuando sea sin que nadie me lo impida;
sin que nadie me replique,
sin tener que dar explicaciones. 
Como por ejemplo salir en mitad de la noche a la solitaria calle. 
Dar una vuelta en silencio, sumergiéndome en mis pensamientos.
No somos libres ni para estar en la calle. 
Es como cuando dicen que tenemos libertad de expresión, 
me resulta gracioso que digan eso porque cuando nos intentamos expresar,
o manifestarnos por nuestros derechos,
o simplemente dar nuestra opinión,
nos cierran la boca de cualquier forma, ya sea violentamente o no.  

La gente tiene muy creído eso de que somos libres, 
la verdad es, que somos esclavos de nuestra mente. 
Vivimos en un mundo donde las personas que podrían tener talento,
no se atreven a intentarlo por el qué dirán, 
por la vergüenza, la timidez, y las risas de los payasos de siempre,
sí, ya sabéis a lo que me refiero,
esas personas que se ríen cuando alguien intenta hacer una demostración sobre algo,
incluso si lo hacen de lujo, ya está la panda de ineptos de siempre riendo por lo bajo. 
Ese tipo de comportamiento hace que las personas retrocedan, que no hagan las cosas por miedo. 
Miedo por tres o cuatro gilipollas. 
Los sueños son muy fáciles de romper 
y nuestras alas las cortan antes de que pensemos incluso en echar a volar. 
¿Que somos libres? Y una mierda. 
Este mundo... este mundo está mal y va a peor. 
No dejéis que os rompan los sueños por lo que os digan un par de personas
que lo único que quieren es que os hundáis y no mostréis al mundo
quénes sois. 
Que les den, el que la sigue la consigue, pensad que habrá tres o cuatro que intentarán
haceros fracasar, pero habrá el doble, el triple e incluso más personas que pensarán lo contrario. 
Yo sigo manteniendo algo de fe en la humanidad por varias personas,
que hacen que la recupere y no de este mundo por perdido,
pero al paso que vamos... queda mucho por ver, y posiblemente sea incluso peor.
Pero sigo pensando que somos esclavos de nuestra mente y pensamientos.  

viernes, 1 de agosto de 2014

Vuelvo a escribir.

Vuelvo a escribir porque vuelvo a estar mal.
Siempre es lo mismo, mi vida es una mierda de rutina de la que no hay forma de salir.
Podría hacerlo pero no tengo fuerzas para ello.
Siempre estoy igual, no se cómo la gente me aguanta, 
o cómo me aguanto yo, que más bien no me soporto.
Vuelvo a escribir por gilipolleces que se juntan 
y se hacen una bola enorme que me supera, 
me supera por completo, de verdad.
Estoy cansado de estar cansado, 
me pasa de todo y a la vez no me pasa nada.
Vuelvo a escribir porque de nuevo, 
un montón de sentimientos se han cruzado dejándome sin aliento, 
sin poder respirar ni poder moverme, 
sólo querer llorar.
¿Que por qué? Buena pregunta, yo ahora mismo me la estoy haciendo, 
no soy consciente de ello.
Son demasiadas cosas las que me tienen así y lo peor de todo es que son tonterías, 
parezco... no sé, parece que tenga siete jodidos años en vez de diecisiete.
Nadie me toma en serio, nadie cree que sea capaz de hacer muchas cosas, 
todos o casi todos me ven de una manera pero nunca han visto la otra cara de la moneda.
Nadie cuenta con mi opinión, o simplemente sudan de ella, 
eso me quita las ganas de todo. 
¿Por qué formo parte de algo en lo que mi opinión no sirve ni me hacen caso? 
¿Qué cojones estoy haciendo? 
¿Y por qué sigo luchando y intentando ignorar el hecho de que ya me han sustituido no una sino varias personas por gente que conocen de tres o cuatro días?
No me entiendo, no entiendo nada, sólo tengo ganas de escuchar música lenta, 
triste como dirían otros, 
tumbarme en la cama y ponerme a dormir antes de que ninguna lágrima se me escape y se deslice por mi mejilla.
Soñar con otro lugar, 
otras personas, 
otro ambiente, 
nada de dolor.
He pasado demasiado tiempo teniendo en cuenta a los demás en vez de a mí, 
años luchando para que todo se vaya a la mierda.
Me he convertido en un ser débil que no aguanta nada, 
o mejor dicho, me han convertido, y no puedo decir que tenga orgullo al decir cómo soy.
No me fío ni de mí mismo, soy una persona insegura, desconfiada, no sé, 
son tantas cosas negativas que decirlas todas me deprimiría aún más de lo que ya estoy ahora mismo.
He recurrido a escribir aquí porque es la mejor salida, 
y mejor que otras cosas que se me pasan la cabeza y también podría hacer.
No sé hasta dónde voy a llegar escribiendo esta entrada, 
supongo que dejaré de escribir cuando me relaje algo más, 
tampoco sé bien qué estoy diciendo o qué quiero transmitir; 
más que transmitir estoy escribiendo todo lo que pienso. 

Me siento física e inestablemente agotado.

Como cuando te dan una noticia que hace que te estremezcas, o como cuando se muere alguien y te lo comunican, o como si me hubieran dado una gran paliza a golpes.
Siento ganas de llorar, pero tengo que fingir que todo va bien, 
tengo una vez más que guardarme las lágrimas para mí y llorar por dentro;
no preocupar a los demás, a los que están a mi alrededor y simplemente decir 'estoy bien, sólo es el cansancio'.
No quiero escribir más, no quiero, pero por otra parte me apetece desahogarme y distraerme con algo para no caer del todo.
Ni siquiera sé si voy a subir esto, en fin.
Esta no es la típica entrada en la que piensas '¿qué voy a escribir?' piensas el tema, reflexionas y escribes, no.

Esta entrada es algo más allá, más personal y llega a alcanzar mis pensamientos.

Una parte de mí me dice 'no seas gilipollas, déjate de tonterías y suda de todo, 
sé feliz y deja que sean felices contigo las personas que te hacen bien' 
pero la otra parte me dice 'a la mierda todo, déjalo todo atrás, desaparece del mapa, te van a volver a hacer daño, vas a volver a estar mal, vas a caer de nuevo' y la verdad es que ambas partes me tienen en un mareo continuo.
Veo cosas que me matan, que me dañan y las personas que lo hacen no se dan cuenta, pero oye, yo no pienso decir nada.

Al igual que yo conozco a mi gente y sé cuándo les pasa algo y cuándo he hecho algo malo, ellos deberían esforzarse lo mínimo y pensar un poco a ver qué han hecho o qué no han hecho, porque yo tiendo mi mano, mi brazo, y hasta mi alma para ayudar a quien me necesite, pero, ¿estarían todas esas personas dispuestas a hacer eso por mí? Porque las palabras son muy bonitas, pero las personas muy hipócritas y mucho decir voy a hacer esto o voy a hacer lo otro y al final, ¿sabéis qué hacen? oh, cierto, nada. Nada absolutamente.

Dejad de decir, prometer, y decir misa. Para ver y escuchar promesas en vano ya tengo la televisión para escuchar a los políticos sus palabrerías y para escuchar misa y palabras fantásticas y maravillosas y hay por ahí muchas iglesias.
Esto puede que me haya servido para estar algo mejor, pero siempre pasa algo que hace que todo de la vuelta, que estoy bien un segundo y mal al otro por algo, y viceversa.
Qué puto descontrol de vida, qué difícil lo hago todo y qué imposible me lo ponéis, joder.
No tengo nada más que decir, ni siquiera voy a releer esto, así que hasta otra, supongo.