miércoles, 24 de diciembre de 2014

Feliz Navidad.

Antes, para mí, la Navidad suponía todo lo bueno que me podía pasar; vacaciones, películas navideñas al calor del brasero, familia más unida que en todo el año, árbol de Navidad, luz y color por cada rincón tanto de la ciudad como en mi propia casa, ambiente en la calle, cientos de personas paseando con sus familias, ansias de que llegasen las cenas familiares para comer todos juntos más de lo que se pueda imaginar; la ilusión por el año nuevo, los propósitos que al final nunca se cumplen y se van acumulando... y cómo no, la cabalgata de reyes, la noche en la que ningún niño podía dormir impaciente por tener sus regalos bajo el árbol la mañana siguiente. 
Ilusión, luz, esperanza, incluso se veía la lotería por la tele con la familia por si nos llevábamos alguna alegría. 
Es increíble cómo cambia todo cuando creces. 
Te das cuenta de que los adultos están amargados y más que amargados (no digo todos, pero la gran mayoría es así, y se ve). 
Lo que antes era montar el árbol de Navidad con tu gente entre risas ahora se convierte en hacerlo por obligación, y de milagro alguien se digna a ponerlo para dar mejor aspecto a la casa. 
Ves a la gente en la calle aparentando felicidad y yendo a comprar los regalos. 
En mi caso, ves a tu familia impacientes porque acaben las cenas familiares y no tener que pasarse los días cocinando. 
La ilusión se esfuma junto con el espíritu navideño y lo peor es que se te pega. 
Ese espíritu y ese niño pequeño que llevas dentro se va y en cada Navidad y celebración te das más y más cuenta de que ya no está, el vacío es cada año más abrumador. 
Lo que antes era sentarse una tarde a comer palomitas en el brasero viendo alguna película de las que dan en la televisión para pasar la tarde sin aburrirse, pasa a ser hora y media de silencio e incomodidad deseando de que acabe la película o de formular alguna excusa y hacer cualquier otra cosa, evitarlo a toda costa. 
Lo que antes era salir a la cabalgata a ser el niño que más caramelos pudiera recoger, y no dormir esa noche por los nervios, pasa a quedarse en casa como cualquier otra noche, y sin ilusión por regalos; incluso antes de las vacaciones pasamos el tiempo queriendo que no lleguen por las notas y por lo que nos puedan decir sobre ellas. 
O te compran algún detalle y te lo dan antes de tiempo. 
Es una pena, la verdad, una pena que algo tan extraordinario y tan bonito, algo que te daba vida, luz e ilusión, se esfume con los años y se convierta en un período oscuro con alguna que otra luz de color por ahí. 
Es triste no poder disfrutar igual que antes de las pequeñas cosas de la vida.  
Que no os engañen, la Navidad solía ser bonita, ahora solo es algo comercial y se trata de comprar y aparentar felicidad. 
Nos venden la moto y acabamos comprando varias. 
La verdad, no quiero crecer, eso era lo que más deseaba, hacerme grande y mayor, ahora me arrepiento. 
Para las mentes inocentes e ignorantes esta es una época maravillosa, para los que se dan cuenta de las cosas y viven en días grises diariamente por lúcido que sea el sol en el cielo, son sólo eso... días como otros cualquiera a excepción de la gran importancia que tiene. 
El mundo es así, se mueve todo por el dinero y aunque digan que el dinero no da la felicidad, os digo que es una gran mentira. 
¿Cuántos problemas os quitaríais de encima si tuvierais el dinero que quisierais o simplemente todo estuviera muchísimo más barato? Ya sea viajar a ver a las personas que quieres o viajar para ver mundo, comprarte lo que te apetezca, vivir donde quieras, no preocuparte de lo que gastas o consumes, poder hacer regalos en condiciones... todo lo mueve el dinero, no digo que de completa felicidad pero reconozcamos que nos alegraría mucho la vida. 
Lo que hace la sociedad de hoy es transformar épocas del año preciosas como la Navidad en algo que les beneficie para sacar provecho. 
No digo que no me guste pero cada vez me gusta menos que llegue, para qué mentir. 



Aún así aprecio a la gente que lo vive de verdad, dejando de lado el tener que comprar regalos y demás, sólo disfrutar y dejar que el ambiente les consuma de felicidad y alegría, de luz y de color, porque de eso se trata precisamente.
Y de hacer sentir bien a quien quieres, e incluso ser amable con quien no conoces, como debería de ser. 
Me alegra pensar que todavía quedan esas personas que transmiten el espíritu navideño a los demás, que se ilusionan y vuelven a sentirse como si fueran niños otra vez por muy mayores que sean. 
Sólo por eso, esta época merece la pena. 
Y para los que pasan las navidades sin compañía, disfrutad igualmente, si estás bien contigo mismo, puedes vivirlo y disfrutarlo al 100% aun estando solo.
Además, yo estoy con vosotros. 

Feliz Navidad. 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Momentos de bajón, dichosos momentos.

Esta entrada la escribí hace un tiempo, y me apetecía subirla para intentar de alguna manera conectar con las personas que se sienten así como yo en algunas ocasiones, espero que os guste.


Las rayadas nocturnas cada vez son más frecuentes, mucho más que antes. 
Anhelo las noches en las que me iba a dormir sin tener nada importante en la cabeza, 
nada que pensar, 
nada que meditar, 
nada a lo que darle vueltas ni pensar. 
Ya es rutina que mi mente ocupe el mayor espacio en tonterías 
y cosas que tendría que pasar por alto, 
cosas que tendrían que serme indiferentes, 
y no interesarme lo más mínimo. 
Una de esas noches es esta, ahora, 
en este preciso instante; 
escribo para intentar sacar lo que sea que esté en mi cabeza 
y que me impide hacer cosas verdaderamente importantes. 
Le doy mucha importancia a asuntos que no tendrían ni que interesarme si quiera, 
pero aquí estoy, 
sacando lo que llevo dentro o al menos algo de ello, 
para poder centrarme en sacar mi propia vida hacia delante, 
dejarme de tonterías y decirme que madure y piense en mis cosas, 
y no en la de los demás. 
Que los demás hagan lo que quieran; 
descuidad, yo también lo haré. 
Uno de los defectos que tengo, 
o virtudes según se mire, 
es la curiosidad y el querer saber más allá de lo que veo y de mis conclusiones, 
eso puede desembocar en muchas cosas como por ejemplo, destruirte. 
Ya sabéis que quien busca donde no debe se entera de lo que no quiere, 
que el que más sabe es también el que más sufre y el más ignorante el que mejor vive. 
Mi error quizá es ver algo donde no hay nada y creer que en mi vida desierta mis ilusiones son reales. 
No sé. 
Ojalá pudiera controlar tanto lo que siento como lo que pienso, 
controlar en cada momento mi mente, 
enfocarla donde yo quiero y no donde le plazca. 
Bueno... nadie dijo que fuera fácil y estas noches... son las que más me lo demuestran. 
Sólo espero que todo por lo que estoy pasando, merezca luego la pena. 

jueves, 16 de octubre de 2014

Vacío

Echar de menos es realmente duro. 
La otra noche pensé que no podía dormir debido a la lluvia, cosa que me encanta oír, irónico que no me dejase pegar ojo. 
Pero un rato después supe que no era la lluvia la causante de mi insomnio, empecé a creer que era por echar de menos a alguien, que era algo que no me quitaba el sueño desde hace tiempo. 
Pero simplemente te quedas ahí, mirando hacia el techo de la habitación, dándole vueltas un poco a todo, y pensando en quién o qué te quita el sueño.
Quizá una persona, o más de una, o puede que los recuerdos que te quedaste de los que se fueron y que anhelas.
Por muchas vueltas que le des a tu cabeza y por muchas que des en la cama, por alguna extraña razón no te entra sueño. 
Sólo estás tú, en tu soledad y tus pensamientos, escuchando la lluvia caer a las cuatro y media de la madrugada, preguntándote qué es lo que te pasa. 
No te sientes mal, pero tampoco estás bien, es una especie de vacío que te impide hacer nada. 
¿Pero qué es el vacío? quizá es la mezcla de muchos sentimientos a la vez que te provoque el pensar que no sientes nada porque no puedes asimilarlo todo al mismo tiempo. 

martes, 16 de septiembre de 2014

El interés.

Estoy harto de toda esta situación, 
y en parte es mi culpa. 
Tengo detalles con la gente, 
esperando a que me correspondan,
a sorprenderles,
a alegrarles, 
a que valoren lo que hago, 
o el tiempo que paso pensando en ellos para planear algo, 
pero,
en cambio nadie,
y cuando digo nadie es nadie, 
tiene esos detalles conmigo. 
Digo que parte de la culpa es mía por esperar a que lo hagan, 
a dar y no sólo recibir, 
pero nunca es así y joder, 
me jode.
No muestran interés, 
no lo tienen y eso me hace replantearme muchas cosas, 
porque todo el mundo puede hablar y decirte misa, 
pero piensa para ti, 
¿qué me estás vendiendo? 
¿qué quieres realmente de mí? 
La conclusión que saco de todo esto es dejar de tener algún tipo de detalle o interés por la gente que nunca lo muestra, así me ahorro vivir en una continua decepción y la constante pregunta que mi cabeza se hace, '¿por qué yo sí y ellos no?'. 

sábado, 16 de agosto de 2014

Escribir es la clave... supongo.

Yo no soy esa persona que sale los fines de semana con sus amigos a beber, bailar, charlar, pasarlo bien en compañía. 
Yo no soy de esas personas que se levantan ya con algo en mente sobre lo que harán ese día, de esas personas que a pesar de tener sueño se levantan con una sonrisa. 
Yo no soy de esas personas que si les falla alguien pueden recurrir a otra persona y contarle sus problemas como algo normal. 
No soy de las personas que tienen a alguien a quien contarle absolutamente TODO... ya no. 
No me levanto con ánimo ninguna mañana, no tengo esperanza en mi vida, no tengo ambiciones, ilusiones, sueños, aspiraciones en la vida, objetivos, metas, no tengo a un grupo de amigos con los que salir o a los que recurrir cuando esté de puta pena. 
Sólo he tenido a gente que me ha fallado y los únicos que me ayudan están demasiado lejos de mí. 
No soy ese hijo del que sus padres se enorgullecen, más bien lo contrario. 
Mis notas no son las mejores del mundo, mi familia mucho menos, y yo, bueno, yo... soy un caso perdido, digan lo que digan, me hablen lo que me hablen o me intenten convencer de algo que sé que es cierto. 
La verdad es que la soledad es algo a lo que creía haberme acostumbrado, algo ya normal en mi vida pero a veces me siento tan solo que me consumo por dentro, duele demasiado, me cansa, me agota física y mentalmente y yo ya no puedo más. 
Sólo me queda escribir, porque otra cosa no se puede hacer. 
Escribir y desahogarme. 
Escribir y que me lean personas que se identifiquen y me hagan sentir que no soy la única persona que pasa por esto. 
Ya sé que hay miles de personas en peor situación y que siempre podría ser peor, pero yo no miro a los demás, solo a mi vida. 
Que me he cansado de sentirme así y no sé qué es lo que tengo que hacer para quitar y destruir esta sensación que corroe mi cuerpo entero. 
Que ya no puedo más. 

Me he vuelto a perder.

He perdido la cuenta de las veces que te he escrito, 
de las veces que me he desnudado emocionalmente a ti, 
de las veces que he intentado explicar cómo me siento, 
de las veces que te he necesitado y no te he escrito por no querer molestar. 

He perdido la cuenta de las veces que he borrado todos esos mensajes que han quedado en el olvido, 
o en lo más profundo de algún pequeño rincón de mi mente. 
Esos mensajes que nunca me atreví a enviar, palabras llenas de sentimientos que no quise mostrar, 
notas en la memoria de mi teléfono móvil que borré y no quiero recuperar. 

He perdido la cuenta de los días que han pasado desde que 'nosotros' pasamos a ser 'tú' y por otro lado 'yo', 
y, 
también... he perdido la noción del tiempo. 

No sé en qué día vivo y no me hace falta alguna mirar el reloj, 
sólo pienso que es tiempo perdido, 
el tiempo pasa y yo sigo aquí, 
viviendo en el pasado. 
Ese pasado que me atormenta, 
ese pasado que no me deja vivir, 
no me deja dormir, 
me llena de ansia, 
de rencor, 
de furia, 
de decepción, 
de tristeza y melancolía, 
tantos sentimientos a la vez que hacen que a veces piense que me siento vacío; 
y es que la sensación de vacío puede que sea esa, 
demasiados sentimientos por asimilar, sentimientos contradictorios, 
sentimientos que no puedes controlar y que te aíslan cada vez más hacia tus adentros. 
Que el tiempo tal y como dicen es oro,
yo lo estoy desaprovechando de una manera increíble y simplemente me siento a observar cómo pasa la vida, 
cómo cambian las personas de mi alrededor,
cómo los demás siguen adelante,
y cómo yo sigo aquí estancado en este agujero frío y oscuro que no me deja ver la puta luz del día,
sólo eso, oscuridad. 

No sé. 

Simplemente he perdido la cuenta, 
y no sólo eso... 
podría decir que casi lo he perdido todo y apenas me retienen cosas por las que dejar de luchar y dejar de mantenerme en pie, 
o tener paciencia y esperanza, 
tener algo de esa fe de la que todos hablan. 

Me he vuelto a perder. 

martes, 5 de agosto de 2014

¿Libertad? Y una mierda.

Ojalá tuviera lo que se dice una completa y total libertad. 
Poder hacer lo que sea y cuando sea sin que nadie me lo impida;
sin que nadie me replique,
sin tener que dar explicaciones. 
Como por ejemplo salir en mitad de la noche a la solitaria calle. 
Dar una vuelta en silencio, sumergiéndome en mis pensamientos.
No somos libres ni para estar en la calle. 
Es como cuando dicen que tenemos libertad de expresión, 
me resulta gracioso que digan eso porque cuando nos intentamos expresar,
o manifestarnos por nuestros derechos,
o simplemente dar nuestra opinión,
nos cierran la boca de cualquier forma, ya sea violentamente o no.  

La gente tiene muy creído eso de que somos libres, 
la verdad es, que somos esclavos de nuestra mente. 
Vivimos en un mundo donde las personas que podrían tener talento,
no se atreven a intentarlo por el qué dirán, 
por la vergüenza, la timidez, y las risas de los payasos de siempre,
sí, ya sabéis a lo que me refiero,
esas personas que se ríen cuando alguien intenta hacer una demostración sobre algo,
incluso si lo hacen de lujo, ya está la panda de ineptos de siempre riendo por lo bajo. 
Ese tipo de comportamiento hace que las personas retrocedan, que no hagan las cosas por miedo. 
Miedo por tres o cuatro gilipollas. 
Los sueños son muy fáciles de romper 
y nuestras alas las cortan antes de que pensemos incluso en echar a volar. 
¿Que somos libres? Y una mierda. 
Este mundo... este mundo está mal y va a peor. 
No dejéis que os rompan los sueños por lo que os digan un par de personas
que lo único que quieren es que os hundáis y no mostréis al mundo
quénes sois. 
Que les den, el que la sigue la consigue, pensad que habrá tres o cuatro que intentarán
haceros fracasar, pero habrá el doble, el triple e incluso más personas que pensarán lo contrario. 
Yo sigo manteniendo algo de fe en la humanidad por varias personas,
que hacen que la recupere y no de este mundo por perdido,
pero al paso que vamos... queda mucho por ver, y posiblemente sea incluso peor.
Pero sigo pensando que somos esclavos de nuestra mente y pensamientos.  

viernes, 1 de agosto de 2014

Vuelvo a escribir.

Vuelvo a escribir porque vuelvo a estar mal.
Siempre es lo mismo, mi vida es una mierda de rutina de la que no hay forma de salir.
Podría hacerlo pero no tengo fuerzas para ello.
Siempre estoy igual, no se cómo la gente me aguanta, 
o cómo me aguanto yo, que más bien no me soporto.
Vuelvo a escribir por gilipolleces que se juntan 
y se hacen una bola enorme que me supera, 
me supera por completo, de verdad.
Estoy cansado de estar cansado, 
me pasa de todo y a la vez no me pasa nada.
Vuelvo a escribir porque de nuevo, 
un montón de sentimientos se han cruzado dejándome sin aliento, 
sin poder respirar ni poder moverme, 
sólo querer llorar.
¿Que por qué? Buena pregunta, yo ahora mismo me la estoy haciendo, 
no soy consciente de ello.
Son demasiadas cosas las que me tienen así y lo peor de todo es que son tonterías, 
parezco... no sé, parece que tenga siete jodidos años en vez de diecisiete.
Nadie me toma en serio, nadie cree que sea capaz de hacer muchas cosas, 
todos o casi todos me ven de una manera pero nunca han visto la otra cara de la moneda.
Nadie cuenta con mi opinión, o simplemente sudan de ella, 
eso me quita las ganas de todo. 
¿Por qué formo parte de algo en lo que mi opinión no sirve ni me hacen caso? 
¿Qué cojones estoy haciendo? 
¿Y por qué sigo luchando y intentando ignorar el hecho de que ya me han sustituido no una sino varias personas por gente que conocen de tres o cuatro días?
No me entiendo, no entiendo nada, sólo tengo ganas de escuchar música lenta, 
triste como dirían otros, 
tumbarme en la cama y ponerme a dormir antes de que ninguna lágrima se me escape y se deslice por mi mejilla.
Soñar con otro lugar, 
otras personas, 
otro ambiente, 
nada de dolor.
He pasado demasiado tiempo teniendo en cuenta a los demás en vez de a mí, 
años luchando para que todo se vaya a la mierda.
Me he convertido en un ser débil que no aguanta nada, 
o mejor dicho, me han convertido, y no puedo decir que tenga orgullo al decir cómo soy.
No me fío ni de mí mismo, soy una persona insegura, desconfiada, no sé, 
son tantas cosas negativas que decirlas todas me deprimiría aún más de lo que ya estoy ahora mismo.
He recurrido a escribir aquí porque es la mejor salida, 
y mejor que otras cosas que se me pasan la cabeza y también podría hacer.
No sé hasta dónde voy a llegar escribiendo esta entrada, 
supongo que dejaré de escribir cuando me relaje algo más, 
tampoco sé bien qué estoy diciendo o qué quiero transmitir; 
más que transmitir estoy escribiendo todo lo que pienso. 

Me siento física e inestablemente agotado.

Como cuando te dan una noticia que hace que te estremezcas, o como cuando se muere alguien y te lo comunican, o como si me hubieran dado una gran paliza a golpes.
Siento ganas de llorar, pero tengo que fingir que todo va bien, 
tengo una vez más que guardarme las lágrimas para mí y llorar por dentro;
no preocupar a los demás, a los que están a mi alrededor y simplemente decir 'estoy bien, sólo es el cansancio'.
No quiero escribir más, no quiero, pero por otra parte me apetece desahogarme y distraerme con algo para no caer del todo.
Ni siquiera sé si voy a subir esto, en fin.
Esta no es la típica entrada en la que piensas '¿qué voy a escribir?' piensas el tema, reflexionas y escribes, no.

Esta entrada es algo más allá, más personal y llega a alcanzar mis pensamientos.

Una parte de mí me dice 'no seas gilipollas, déjate de tonterías y suda de todo, 
sé feliz y deja que sean felices contigo las personas que te hacen bien' 
pero la otra parte me dice 'a la mierda todo, déjalo todo atrás, desaparece del mapa, te van a volver a hacer daño, vas a volver a estar mal, vas a caer de nuevo' y la verdad es que ambas partes me tienen en un mareo continuo.
Veo cosas que me matan, que me dañan y las personas que lo hacen no se dan cuenta, pero oye, yo no pienso decir nada.

Al igual que yo conozco a mi gente y sé cuándo les pasa algo y cuándo he hecho algo malo, ellos deberían esforzarse lo mínimo y pensar un poco a ver qué han hecho o qué no han hecho, porque yo tiendo mi mano, mi brazo, y hasta mi alma para ayudar a quien me necesite, pero, ¿estarían todas esas personas dispuestas a hacer eso por mí? Porque las palabras son muy bonitas, pero las personas muy hipócritas y mucho decir voy a hacer esto o voy a hacer lo otro y al final, ¿sabéis qué hacen? oh, cierto, nada. Nada absolutamente.

Dejad de decir, prometer, y decir misa. Para ver y escuchar promesas en vano ya tengo la televisión para escuchar a los políticos sus palabrerías y para escuchar misa y palabras fantásticas y maravillosas y hay por ahí muchas iglesias.
Esto puede que me haya servido para estar algo mejor, pero siempre pasa algo que hace que todo de la vuelta, que estoy bien un segundo y mal al otro por algo, y viceversa.
Qué puto descontrol de vida, qué difícil lo hago todo y qué imposible me lo ponéis, joder.
No tengo nada más que decir, ni siquiera voy a releer esto, así que hasta otra, supongo.

jueves, 31 de julio de 2014

No tenéis ni idea.



Si soy una persona solitaria, no es porque yo quiera. 
Se hace costumbre vivir en soledad cuando te han dado de lado tantas veces. 
Que no es fácil volver a confiar cuando te han engañado. 
Que no es fácil volver a confiar en alguien cuando nunca te han dado razones para hacerlo. 

Me preguntan a diario "¿qué te ha pasado? antes eras alegre y ahora eres una persona triste, seria, solitaria" y yo sólo pienso "si tú supieras...". 

Qué fácil lo ve todo todo el mundo, qué sencillo creen que es y qué poca idea tienen de lo que has pasado o estás pasando. 

Que la confianza hay que ganársela 
y no se va regalando así por la cara. 
Que las ilusiones que creamos nos las rompen 
y con ellas a nosotros mismos. 
Que mi corazón y yo estamos rotos,
como una antigua casa abandonada,
derrumbándose poco a poco,
en la que entra y sale gente dejando huella, 
a su gusto, y encima destrozando cuanto quiere sin importar las consecuencias. 
Que no tenéis ni puta idea de nada y os creéis estar en el derecho de meter el dedo en la llaga, de reprocharme cómo soy y lo que hago, o cómo era y debería de ser. 
No tenéis ni puta idea de por qué soy como soy y vivo en la soledad que vivo. 

La puta triste realidad es que no quiero que me hagan más daño, que he cerrado la puerta de acceso a mi vida y que a partir de ahora, si alguien quiere entrar, que se lo curre, porque el que algo le quiere algo le cuesta, y si de verdad alguien está interesado, lo hará. 
No más oportunidades en vano.

martes, 29 de julio de 2014

A pesar de todo.

Hay veces en las que sigo pensando en ti. 

A pesar de las peleas, 
de las movidas continuas, 
de las mentiras, 
de la falsedad, 
también me diste muchos de mis mejores momentos,
me hiciste sentir como nadie. 

Hiciste que cuando me preguntaban si estaba bien y respondía que sí, 
fuera de verdad y no esos 'estoy bien' que en realidad quieren decir 'simplemente estoy'. 

Y es que por mucho que se quiera olvidar a una persona que ha sido importante para ti, empiezo a asumir que por mucho esfuerzo que se haga, es imposible. 
Siempre habrá un momento, 
una canción, 
un objeto, 
una palabra, 
una persona, 
una sensación que me haga recordar a ti, 
a lo que fuiste, 
y a lo que eres para mí. 

Que ya no estás en mi vida ni yo en la tuya, que somos como dos extraños que un día fueron mejores amigos que se lo contaban todo, que se ayudaban mutuamente, que lo pasaban genial esas tardes de verano antes de todo el caos que nos hizo separar nuestros caminos. 

Que a día de hoy, 
a pesar de todo, 
puedo decir que, 
aunque sigas doliendo, 
me alegro de haberte conocido, 
de haber formado parte de tu vida e intentaré quedarme con todo lo bueno. 

Dicen que el primer paso para olvidar es echar de menos, 
aunque yo llevo haciéndolo mucho tiempo y no creo que pueda olvidarte jamás, 
ni a ti, 
ni a la persona que creía conocer. 

Tenías el don de parecer que las disculpas fueran sinceras y de arreglarlo todo en cuestión de minutos. 

Yo era y sigo siendo débil, ya sabes, a veces de buenos somos tontos y yo lo soy, mucho. 
Cuando digo que te deseo lo mejor lo digo de corazón, que te vaya bien. 

Nunca me han gustado las despedidas, 
pero simplemente dejé de ser yo quien hablaba primero, y tú nunca pusiste de tu parte. 

Para nosotros no hubo despedida, de alguna manera, tu ausencia puede que sea un 'hasta otra' y no un 'hasta nunca', pero, sinceramente, espero que no vuelvas. 

Sé muy bien que yo ya no significo nada para ti, sólo un borroso recuerdo que en su día te ayudó y fue una bonita distracción. 

Aunque... a pesar de todo, gracias por haber entrado en mi vida, unas veces sale bien, y otras aprendes, y tú.. bueno, tú, has sido una gran y enorme lección. 

sábado, 26 de julio de 2014

Felicidades, pequeña... aunque no tan pequeña.

He pasado la última semana pensando y dándole vueltas, buscando en cada rinconcito de mi mente, qué podría decirte que no sepas o no te haya dicho ya, y la verdad sigo sin saberlo.
Te mereces mucho más que una entrada o una carta, pero desgraciadamente no puedo hacer mucho más.

Que a pesar de que cumplas hoy tu mayoría de edad y te me hagas más vieja yo seguiré diciéndote pequeña, porque sí, porque me apetece.

Dicen que se madura con el paso de los años, aunque más bien, con los daños. Y tú y yo sabemos mejor que nadie lo que es darse de hostias tropezándose con la misma piedra, ir pensando 'despacio, con calma' y al final hacer todo lo contrario.

Lo peor es que cada vez es más fuerte el golpe, tengo la esperanza de que ya no haya más, de darle una patada a esa jodida piedra y quitarla del camino, o de coger otro diferente.


Qué decirte, Ángela, qué decirte más... si es que eres una de las mejores personas que he conocido y tengo la suerte de que estés en mi vida y me ayudes con todo, si es que es con todo, que aunque no hablemos y veas el mínimo signo de que algo me pasa, ya estás preguntándome qué va mal; si es que es imposible caerse porque tú estás siempre ahí para sujetarme, o para decirme cosas como 'te lo tengo dicho', o esas conversaciones por teléfono las cuales al final acabamos riéndonos de alguna tontería nuestra, bueno, ya sabes a lo que me refiero (parabla).


Como soy un disco rayado, te lo repito, porque sí, porque puedo, porque quiero, y porque me apetece decirlo.
Que si hace falta, me quito yo vida y te la doy a ti para que seas feliz, para que estés contenta, para sacarte una sonrisa de donde sea, que te mereces todo eso y una infinidad de cosas más, pequeña, aunque ya no tan pequeña.


Te voy a llamar vieja a partir de ahora.. sí, yo lo veo. No me digas que no mola. No te me vayas a quejar eh, que me tienes muchos motes gracias a mi pequeño retrasito.
Quiero que te lo pases genial en tu día, que te vayas de fiesta eso por supuestísimo, que sea un día/noche inolvidable, y que a partir de hoy, todo cambie para ti y se vuelva todo genial, todo guay, de color de rosa y unicornios volando en la calle de la gominola en el país de la piruleta y todo eso.

Que te quiero a reventar idiota, felices 18, querida sevillana.



sábado, 28 de junio de 2014

Una montaña rusa.

Mi vida es una constante montaña rusa, los altibajos se hacen rutina. 
Momentos de lucidez en los que crees estar bien, te hacen reír y olvidarte de todo, y cuando bajas la guardia, sin saber cómo, vuelves a caer. 
Sí, una jodida montaña rusa. 
Subo lentamente esforzándome al máximo, tardo lo mío y, después, viene la brutal caída en picado, que es cuando te das la hostia y vuelves a estar mal. 
Doy gracias a todas las personas que me animan día a día y que no se dan por vencidos conmigo, tienen paciencia y me apoyan cuando lo necesito y cuando no también, pero... creo que soy un caso perdido. 
Las cosas no me salen bien últimamente, sigo parado sin hacer nada. 
Estoy paralizado y no sé qué hacer, todo alrededor son problemas, pequeños problemas que me ciegan y no me dejan hacer nada. 
Me saturan, me agobian, me frustran. 
Me entero tarde de cosas que debería de saber, me siento desplazado y el menos importante, porque no me siento la primera opción de nadie. 
Las personas importantes de mi vida siguen esperando cosas de mí a pesar de que siempre digo que no quiero que nadie tenga expectativas sobre mí. 
Lo único que consiguen con eso es empeorar las cosas y seguir acumulando problemas. 
No paro de decepcionar a la gente, y de decepcionarme a mí sobretodo. 
Me he estancado totalmente en un punto en el que no puedo salir, querer no es siempre poder, y yo no sé qué es lo que tengo que hacer. 
Una parte de mí quiere cambiar de una jodida vez. 
Yo era de las personas que pensaban que la gente no cambia, que sólo mejora o empeora, creía que era totalmente diferente, pero no es así y reflexionando lo he visto. 
La gente sí que cambia, ¿cuántas personas han salido de tu vida por numerosas decepciones y creías conocer y ahora son totalmente distintas a cómo eran contigo? 
Hipocresía hay en todos lados. 


Creo que nadie, y cuando digo nadie es nadie, me conoce realmente, porque ni si quiera yo me conozco, ni me entiendo, ni tampoco me comprendo. 
Soy débil, muy débil, y hacerme el fuerte ya se me queda demasiado grande, al igual que el fingir estar bien. 
Ya no quiero fingir ni aparentar estar bien cuando no lo estoy. 


Tengo miedo de todo lo que está pasando, de lo que estoy viviendo y de lo que queda por llegar. Veo el futuro muy negro y de verdad, me muero de miedo. 
Tiemblo por dentro e intento parecer una roca, pero no lo soy. Soy todo lo contrario. 
¿Qué pasará si después de todo lo que estoy intentando no sirve de nada? 
Llevo preguntándomelo durante un par de días. 
Intento tener positividad pero mi vida es tan negativa que se hace muy difícil. 


Sólo queda sacar fuerzas de donde sea, aguantar y mirar adelante, que venga lo que sea, y lo que tenga que pasar, pasará. 


martes, 20 de mayo de 2014

Un respiro de aire fresco.

Llevo semanas llamando a la inspiración desesperadamente. 
Necesitaba escribir; necesitaba desahogarme y evadirme durante un rato de todo y de todos. 
He pasado días enteros pensando de qué podría escribir mi próxima entrada, pensando en que hay gente que la espera para leerla, cosa que me emociona y me hace sentir genial. 
He estado escribiendo pequeños fragmentos sin sentido de pequeños pensamientos que me venían a la cabeza, todos distintos los unos de los otros; pero me he dado cuenta de que no tienes que esperar o llamar a la inspiración, ella viene sola en el momento justo, en el momento más inesperado. 
También me he percatado de que tengo un gran bloqueo mental; tengo demasiadas cosas en la cabeza, desordenadas, todo hecho un caos. 
Digamos que el desorden de ideas es algo así como una habitación desordenada de un adolescente, no sabes por dónde empezar a ordenar y poner las cosas en su sitio. 
Me veo incapaz de muchas cosas, siento que me falta tiempo, ganas y fuerzas. 
Cada vez que intento hacer algo, no lo hago del todo bien porque no consigo centrarme al cien por cien y es un horror, se me quitan las ganas de intentarlo... se me quitan las ganas de todo. 
Luego se me junta todo por dejarlo para el último momento y mi cabeza no reacciona bien, se bloquea mucho más y por mucho que intente calmar mis nervios y mis ansias causadas por el estrés de todo lo que me invade sólo consigo empeorarlo. 
Ni siquiera la música me relaja, he llegado a un punto en el que hasta me agobia. 
Quiero y necesito tiempo para mí, 
para relajarme y ordenar esa habitación, 
para tener ganas de comerme el mundo,
para no agobiarme al instante en el que me pongo a hacer algo. 
Me gustaría resaltar una última cosa; hablemos también sobre esos cambios de humor que dan hasta miedo. 
Lo mismo puedo estar bien que de repente pasar a estar borde con todo el mundo. 
Todo a raíz de la frustración que me provoca que me repitan algo varias veces, o tonterías que aunque lo sean, hacen que mi humor cambie radicalmente. 
Pero luego llega alguien. 
Esa personita la cual sin saber cómo, hace que se te pase por completo, que todo esté en calma. 
Creo no, sé que mi cabeza necesita un respiro, necesita descansar, yo necesito descansar y que los demás descansen de mí también.  
Pero supongo que como dice la frase, ‘lo bueno se hace esperar’, ¿no?

jueves, 8 de mayo de 2014

Pequeña reflexión.

“Una vez, un comediante contó un chiste a la audiencia y todo el mundo rió con muchas ganas. 
Después de esto, este señor volvió a contarlo, esta vez, la gente siguió riendo, pero menos personas que antes. 
Volvió a repetirlo una, otra, y otra vez hasta que ninguna persona del público, rió. 
El comediante sonrió y dijo lo siguiente:
'no puedes reírte del mismo chiste cuando lo repites de nuevo cientos de veces, pero, ¿por qué sí que puedes seguir llorando sobre la misma cosa o las mismas cosas una y otra vez?'”. 

jueves, 24 de abril de 2014

No mueras sin haber vivido antes.

"Puede que no entiendas este mensaje, ni por qué lo estoy escribiendo, pero tengo que hacerlo.
Te escribo esto para advertirte, para que te prepares.
En un par de años tu deseo de hacerte mayor se habrá cumplido, pero no de la manera que estás esperando.
Iré directamente al grano, sin tapujos.
Te van a mentir; te van a engañar; vas a ser el salvavidas de algunas personas que te van a defraudar.
Esas personas harán que te encariñes, que cojas confianza rápidamente; te tratarán de maravilla; harán que ellos sean para ti lo único bueno y lo único que te haga sentir bien, formar parte de un grupo que encaje contigo.
Te harán olvidarte de todos tus problemas, haciéndote reír y pasarlo de maravilla.
Pero, pequeña criatura, nada es para siempre.
Por eso hoy, ahora, en este momento, me hallo escribiéndote.
Insisto en que te prepares.
No te asustes, no tengas miedo, nunca.
Después de lo que esas personas han hecho; después de ganarse tu confianza; después de poder llamarles la palabra 'amigos' y que lo signifique de verdad; después de ganarse un sitio en tu corazón... siento decirte que te lo romperán; te lo romperán y no vas a poder hacer nada para evitarlo.
Persisto, no tengas miedo, jamás, eres fuerte.
Van a mentirte, a manipularte, a engañarte con falsos 'lo siento', van a decirte muchas cosas bonitas para que vuelvas a confiar en ellos y darles cientos de oportunidades que no se merecen.
Te decepcionarán una vez tras otra y tus fuerzas para aguantarlo todo se irán yendo poco a poco. 
Les perdonarás, porque les seguirás queriendo a pesar de todo.
Es algo así como el marido que maltrata a la mujer.
La golpea, la hace sentir mal tanto físicamente como mentalmente, ella aguanta y le perdona a pesar de que la hace daño y a pesar de que en el fondo sepa que la situación no va a cambiar.
Vas a sentir mucho dolor tanto físico como mental. 
Romperás a llorar en numerosas ocasiones, te darán bajones antes de ir a dormir sin saber por qué y te mantendrán en vela toda la noche.
Te preguntarás qué has podido hacer mal.
Vas a sentirte como una mierda, vas a estar muriendo por dentro lentamente.
Tendrás ganas continuas de llorar, de gritar, de ambas cosas a la vez.
Pasarán por tu mente pensamientos que nunca creías que llegarías a tener.
Querrás golpear con todas tus fuerzas todo lo que tienes alrededor.
A pesar de eso, te lo guardarás, sufrirás en silencio hasta que explotes de rabia, frustración, enfado, tristeza, agobio... Tu cuerpo estará hecho polvo, tal y como tú estás por dentro.
Tu vida se irá por unos meses a la mierda, totalmente.
Las únicas personas que podrían ayudarte estarán muy lejos de ti y eso dolerá.
Aún después de esto les seguirás echando de menos, por mucho que te hayan hecho y mucho que te hayan puteado. Lo malo es que siempre quedará la duda de si todo lo que pasaste con esas personas, los buenos momentos, esos recuerdos bonitos, fueron o no fueron reales.
Necesitarás mucho tiempo, mucho ánimo y paciencia y sobretodo ayuda.
Tendrás una mente muy inestable emocionalmente, te frustrarás con todo en seguida y hasta lo más insignificante lo convertirás en una montaña de un grano de arena.
Prepárate para lo que viene, sé fuerte, te estoy avisando.
No dejes que te pisen.
No dependas de nadie para estar bien.
Confía lo justo.
Deja de esperar que la felicidad y los buenos momentos vengan a ti.
Haz que cada momento sea único.
Preocúpate por ti y por tus cosas, por tu salud y tu salud mental, por que tú, vas a estar siempre pata ti.
Conocerás a gente maravillosa en el peor momento de tu vida y te intentarán ayudar, te harán tener esperanzas en ti mismo y intentarán hacer que te valores y que mires por ti.
Vas a ser la única persona que se quede contigo hasta el final, la última en irse de tu vida y la última que te puede decepcionar.
Sé fuerte, de verdad; no cambies la manera de ser que tienes por nada ni por nadie.
Acéptate a ti mismo, vive tu vida y quienes quieran quedarse, que sean bienvenidos; nunca presiones ni obligues a una persona a permanecer en ella, aunque duela, sólo déjalo, déjalo ir.
El tiempo pone a todos y a todo en su sitio.
Cuando tengas ganas de mandarlo todo a la mierda, échale cojones y sigue adelante, demuestra que no eres menos que nadie.
Las personas vienen y van, sólo las que realmente te valoren y te quieran, se quedarán.
Aguanta, ¿vale? Que después de la tormenta y la tempestad, viene la serenidad y la calma.
Yo siempre estaré aquí para ti; te quiero.



                                        Atte: Ed.                                                                                                         "

miércoles, 23 de abril de 2014

Me echo de menos.

Me echo de menos. 
Echo de menos no preocuparme por nada. 
Echo de menos sentirme bien a diario.
Echo de menos a aquella criatura que lo único que le preocupaba todos los días era que no le eligiesen en último lugar para hacer equipos y jugar a lo que fuese. 
Aquella criatura que era un terremoto. 
No le daba miedo nada. 
Y por la noche se dedicaba únicamente a dormir, y no a pensar. 
Vaya, y yo que lo que más deseaba era hacerme mayor. 
Pobre criatura, mente inocente, no te esperabas esto, eh. 
No sé en qué estaría pensando. 
Ojalá pudiera volver atrás.  


No sé qué me pasa. 
Algo falla. 
Hay algo en mí, que va mal. 
Quizá soy sólo yo y mis inseguridades. 
Lo habré dicho muchas veces, 
pero soy una persona demasiado paranoica, 
y todo me afecta. 



A veces puede parecer que estoy bien, pero, ¿quién no se ha escondido alguna vez detrás de una falsa sonrisa? 
Te acostumbras a fingir y a decir que estás bien, 
y al final la gente acaba creyéndoselo, eso luego conlleva a que no se den cuenta de cuándo necesitas hablar. 
No me malinterpretéis; podréis pensar "¿y si estás mal y necesitas hablar por qué no lo dices? 
¿por qué no pides ayuda y consuelo?", bien, la respuesta es muy sencilla. 
A mi no me gusta preocupar a la gente de mi alrededor, 
esté yo como esté. 



Ya puedo estar al borde de explotar, 
a punto de romperme o incluso ya roto. 
En muy pocas ocasiones soy yo quien pide ayuda, aunque hay veces en las que pido auxilio en silencio. 



Siempre intento levantar a los demás a pesar de no tener fuerzas para levantarme a mí. 
No sé cómo, 
ni de dónde las saco,
 pero lo intento. 
Y últimamente ya no es lo mismo. 



No sé si ya estoy tan mal que por mucho que lo intente y por mucho que dé de mí, no consigo animar a la gente que quiero y que lo pasa mal. 
Sé que no depende únicamente de mí pero me muero por dentro si veo a alguien que quiero mal, es superior a mí. 



Sinceramente, y de verdad lo digo... si pudiera quitar todas las preocupaciones, todos los males, todo el dolor, todos los bajones sin sentido, todas las rayadas mentales a altas horas de la noche, todos los llantos, todas las heridas, incluso las cicatrices, y quedármelo todo yo, para que la gente que quiero estuviera bien, pero bien de verdad, lo haría. 
Lo haría si pudiera sin pensármelo dos veces. 
Sé de sobra que debería preocuparme más por mi y por mis cosas, 
pero como dice la frase, 
la costumbre hace el hábito. 



Quizá las cosas no sean tan malas como las veo yo. 
Quizá no sea nada lo que esté pasando y estoy haciendo de un grano una montaña de arena. 
Pero así soy yo, soy difícil, tengo una mente muy inestable y muy, muy complicada. 
Lo siento, no sé. 
Siento ser así. 

domingo, 6 de abril de 2014

'Estoy bien'

Cuando estoy de bajón, en las típicas noches en las que de repente, sin saber cómo ni por qué, empieza a bajar tu estado de ánimo, necesito más de lo normal. 
Más cariño, más atención; suena egoista y avaricioso, puede que en realidad yo lo sea, tal vez es eso. 
Soy una persona complicada con una mente complicada, un desastre. 
Egoísta que se centra en sí y no piensa en los demás. 
Rosa con espinas las cuales si te acercas demasiado te puedes pinchar y salir perjudicado. 
Hoguera la cual si te acercas demasiado te puedes quemar. 
Simplemente algo que parece bonito y estable, y luego resulta estar en ruinas, destruir todo lo que toca. 
Fachada construída con una sonrisa que dice 'todo va bien' cuando estoy debilitándome. 
Nadie es capaz de imaginarse lo que una sonrisa o un 'estoy bien' esconden. 
Pueden preguntarte qué es lo que te pasa y por qué estás así, pero lo cierto es que nadie se lo imagina; nadie puede llegar a imaginar lo que estás pasando y aunque esas personas de verdad intenten ponerse en tu lugar de alguna manera para entenderte y así poder ayudarte, no lo van a conseguir ni queriendo. 

Porque es así, no se puede entender una situación que no has vivido, un dolor físico y mental que no has sentido. 
Pueden hacerte sentir algo mejor, pero es temporal. 
A día de hoy, a pesar de hacer todos los días lo posible por olvidar el daño y los recuerdos dolorosos, siguen aparecienco en mi mente, no me dejan en paz, es como si se alimentasen a base de torturarme. 
Mi mente no quiere asimilar que las personas que prometieron estar en mi vida en las buenas y en las malas, ya no estan. 
No quiere pasar página. 
Me tropiezo una y otra vez con la misma piedra, la del pasado. 
Y creo que esa piedra soy yo, que no me dejo avanzar, asimilar, y mirar hacia delante, ya no sólo es mi mente. 
Nadie me puede ayudar ni sacarme de aquí. 
Nadie puede evitarlo. 
Tengo que hacerlo yo, por mí, y pensar en que podré hacerlo, así todo irá bien. 
Quizá no sea hoy, quizá tampoco mañana. 
Tal vez la semana que viene, o dentro de un mes, da igual. 
De una manera u otra, tengo que salir este agujero que me traga y no me deja salir. 
De este infierno que me quema por dentro. 

martes, 1 de abril de 2014

'[...] lo único que se necesita es un abrazo'

Existen muchas maneras de desahogarse; hay bastantes formas de sentirse mejor, en mi caso, aquí me hallo, escribiendo una vez más, pero esta vez de manera diferente.
Con un bolígrafo en mano sobre un folio en blanco esperando a que la imaginación se apodere de mi mente, esperando a ser rellenado con mis palabras.
Me resulta un tanto extraño escribir de esta manera una entrada, aunque la estéis leyendo ahora desde vuestro móvil o vuestro ordenador; antes lo que hacía era escribir simplemente presionando los botones del teclado rápidamente, para no dejar nada sin decir, pero nada como esto, es otra sensación, y me encanta.



Después de haber pasado un mal rato y de haber hablado con una de las personas mas importantes de mi vida, la cual me ha dado apoyo, me ha dado un voto de confianza, me ha dicho que cree en mí y que todo irá bien; luego de decirme todo esto, he estado dándole vueltas y creo que tiene razón.


Todo puede mejorar, todo irá bien y tengo que pensar en eso; debo pensar en positivo; debo pensar y creerme que de verdad todo estará bien y el tiempo se encargará del resto.


Tengo mucho apoyo, gente que no me deja caer. Algunas de esas personas incluso no me conocen y que, a veces, cuando escribo lo mal que me siento, me envían mensajes animándome y diciéndome que sea lo que sea lo que me pase, que todo irá bien y se solucionará y también se ofrecen a ayudarme cuando lo necesite.
Eso me hace recuperar un poco la fe en la humanidad, que haya personas así, que no puedan ver mal a otras y aun sin conocerlas consigan arrebatarles verdaderas y grandes sonrisas de su rostro provenientes de sus palabras de apoyo.
Esas personas se merecen todo lo mejor, porque son increíbles.



Desgraciadamente, aunque me consigan levantar, las únicas personas que pueden hacerlo están a cientos de kilómetros de mí; para mi desgracia y creo que también la suya, a veces las palabras sobran y lo único que se necesita es un abrazo; un abrazo de esos que hacen que tu oscura alma, envuelta por demonios que se apoderan de ti en muchas ocasiones, de tus sentimientos y tus pensamientos, desaparezcan; hacen que una pequeña luz te vaya llenando poco a poco hasta conseguir bienestar.



Ojalá y espero que pronto, algún día esos kilómetros que me impiden dar esos abrazos, desaparezcan.

lunes, 31 de marzo de 2014

Esas pequeñas cosas que marcan la diferencia.

Mis cambios de humor me resultan tan raros a veces que yo, personalmente, me asusto. 
Le doy demasiadas vueltas a las cosas últimamente, mi cabeza empieza a divagar sin rumbo. 
Un pensamiento se ha apoderado de mí esta noche. Precisamente sobre eso; la noche. 
Algunas veces es el peor momento del día, porque suele ser cuando más nos rayamos con las cosas y tenemos menos distracción que nos haga olvidarnos de lo malo; pero he pensado positivamente sobre esto. 
Aunque a veces la odio, otras me encanta. 
Es el momento del día en el que todo está en calma; todo está en silencio. 
Ni un sólo movimiento, ni un sólo ruido. 
Sólo tú. 
Produce una sensación increíble. 
Al igual que cuando tienes un largo e intenso día de estrés continuo. 
«Llegas a casa, apenas sin fuerzas para abrir la puerta siquiera. 
Te pesa todo el cuerpo. 
Vas directo a la ducha, a paso lento. 
Te quitas lentamente la ropa y entras en la bañera, le das al agua caliente. 
No quema, aunque está lo suficientemente caliente para que produzca cierta relajación sobre ti, sobre tu cuerpo.  
El agua cae lentamente sobre tu cuerpo mientras reflexionas. 
Reflexionas sobre lo que ha sido tu día; sobre lo que harás después, o al día siguiente; simplemente te quedas un rato pensando. 
Al salir, te secas y te vistes con lo más cómodo que tienes. 
Sales del baño y te das cuenta de que ha empezado a llover mientras te duchabas. 
Coges tu libro favorito mientras esperas que acabe ese minuto y medio mientras que el agua del café que te estás preparando se calienta en el microondas. 
Dos pequeñas cucharadas de café con un poco de azúcar, con eso basta. 
Coges tu taza y te diriges al salón.  
Te sientas, y mueves la cuchara en el sentido de las agujas del reloj. 
Llevas la taza hacia tu boca, pero antes de dar un pequeño sorbo, hueles el aroma que desprende; sonríes. 
Bebes un poco y lo dejas encima de la mesa; acto seguido comienzas a leer tu libro favorito, con el sonido de la lluvia de fondo. 
Solo tú. 
Es tu momento. 
Tu momento de relajación, y de pensar sólo en ti y en las sensaciones que te produce. »
Nos centramos tanto en cosas que creemos que son lo más importante, que no nos percatamos de que a veces, las pequeñas cosas marcan la diferencia. 
Esas pequeñas cosas o esos pequeños detalles que pueden hacer que una noche sea oscura, tenebrosa y negativa, pase a ser una noche de relajación absoluta, que sea tu noche. 




'La noche es un mundo iluminado por sí mismo'. 



domingo, 30 de marzo de 2014

'Si vives mirando hacia el pasado, tropezarás con el presente'

Basta de que me digan lo que tengo que hacer.
Basta de que decidan por mí.
Basta de que cada vez que encuentro la salida del agujero donde me hallo, me recuerden el pasado y tiren de mí hacia atrás.
Basta de que la gente se meta en mi vida sin preguntar.
Basta de que me presionen por el futuro y no me dejen vivir el presente.
Basta de que me hagan sentir mal por hablarme siempre de lo mismo, por repetirme miles de veces cosas que ya sé; por creer que pueden dirigir mi vida cuando en este momento, tengo que decidir yo.
Tengo que decidir hacia dónde voy, pero antes, debo saber de dónde vengo.
Como dice la frase, 'si vives mirando hacia el pasado, tropezarás con el presente'
La presión hoy en día que los adolescentes tenemos que soportar, no pueden entenderlo nadie más que ellos mismos.
Nos pasamos casi toda la semana metidos en una cárcel donde se suponen que nos tienen que educar, donde nos tienen que preparar, pero el caso es que no se nos prepara para la realidad, para el mundo, para lo que hay  más allá de la escuela o el instituto. Diría incluso que bastantes cosas de las que enseñan, luego no sirven para absolutamente nada.
Cuando va llegando la hora de decidir qué quieres hacer con tu vida, qué quieres ser de mayor, qué quieres estudiar, ahí, señores y señoras -o incluso antes- empieza la pesadilla.
Tus padres probablemente, querrán decidir por ti; no siempre pasa, pero en muchos casos, -me incluyo- tus padres quieren que estudies no lo que te guste a ti, sino lo que les gusta a ellos, y eso hace que tu vida se vuelva un caos por momentos.
No vas a estudiar algo que no te guste sólo para satisfacer a tus padres, pero tienes que decidir. Te dirán cosas como que lo que quieres estudiar no tiene muchas salidas, que será mejor que estudies algo que tenga más salidas y puedas acceder a más cosas y a más oportunidades; pero yo prefiero estudiar algo que me guste y que tenga pocas salidas, a estudiar algo que odio, suspender, y no hacer absolutamente nada.
Las cosas más importantes de decidir, desgraciadamente hay que decidirlas en la etapa más dura de tu vida; la adolescencia.
Demasiada presión.
Demasiada frustración.
Demasiadas charlas sobre lo mismo.
Demasiados cambios de humor.
Un día estoy bien, y los dos o tres siguientes estoy mal.
Tengo una mente demasiado complicada, demasiada inestabilidad emocional.
Demasiados problemas y acontecimientos que ya han pasado y aún no he afrontado.
La rutina me está matando, necesito salir de aquí.
Necesito volar, ir más allá de todo esto, necesito un respiro, un tiempo muerto, un descanso, aunque sea breve, pero lo necesito.
Necesito pensar en mí y en mis cosas sin gente alrededor, todos a la vez diciéndome cosas distintas, recordándome épocas duras, haciendo que me pierda en un laberinto sin salida donde lo único que hago es volver sobre mis pasos al punto de partida, eso es lo que consiguen atosigándote, que vuelvas al principio y todos tus esfuerzos hallan sido en vano.


Yo... yo ya no puedo más, he aguantado mucho y sigo intentando aguantar, pero creo que ya no doy más de mi, no me quedan fuerzas, no puedo más, ni siquiera con ayuda.
Me ahogo.


Opinar.

La gente cree conocerte, cree saberlo todo sobre ti; pero la verdad es que sólo conocen tu nombre.
Muchas personas viven sólo y únicamente para meterse en tu vida, molestar.
Intentan hacerte rabiar; intentan hacerte sentir mal; intentan que te hundas.
Es algo que suele hacer la mayoría, criticar y juzgar lo que desconocen. 
Lo peor de todo, es que creen que ellos llevan la razón; creen que de verdad te conocen, y peor aún, creen que tienen el derecho de hablar sobre ti y sobre lo que haces o dejas de hacer.
Todos hemos tenido o tenemos en nuestras vidas las típicas personas que no dejan de juzgar y criticar todo lo que hacemos; de aun no teniendo confianza, se meten en nuestras vidas como si fueran amigos nuestros de siempre; como si ellos estuvieran en nuestro lugar.
Ojalá algún día estas personas se den cuenta y aprendan a diferenciar el concepto 'opinar', porque lo que hacen no es opinar, es decirte lo que has hecho mal, resaltarlo y intentan por todos los medios que te fijes sólo en eso y no en lo que has hecho bien. 

Al final acabas comiéndote la cabeza, porque con lo que esa persona te ha dicho; con lo que esa persona ha resaltado; la manera tan negativa que ha tenido al hablarte, lo único que haces es pensar la famosa y típica frase de 'y si hubiera...'. 

No puedes dejar que te desanimen; tomamos nuestras propias decisiones, somos conscientes de ellas, las elegimos nosotros mismos con sus respectivas repercusiones sobre nosotros; si nos equivocamos es asunto nuestro, de nadie más; si nos equivocamos, pedimos disculpas; si nos equivocamos, quién lo hubiera sabido; si nos equivocamos, ¡qué coño! todo el mundo tiene una segunda oportunidad, independientemente de cuánto la desee y cuánto la merezca.

A esas personas que viven únicamente para opinar y no tienen otra cosa que hacer, les diría que busquen algo entretenido que hacer con sus propias vidas, que no tengan que meterse en la de los demás para hacer algo productivo con su día a día.
Les diría que antes de abrir la boca o escribir algo que pueda dañar los sentimientos de alguien, algo que pueda formar una discusión, algo que simplemente pueda formar un conflicto o repercutir negativamente en la vida de alguien, se lo callen y se lo guarden para ellos, porque para decir algo estúpido, mejor no decir nada.